Ayer el diario Expansión publicó dos artículos firmados por Mercedes Serraller y Sergio Saiz en los que se recoge la opinión de nuestros socios Eva Bruch y Jordi Estalella sobre dos tendencias inauguradas en el mercado legal anglosajón: la oferta de servicios jurídicos en los supermercados y los llamados servicios jurídicos "low cost".

El gigante estadounidense de distribución WalMart ofrece actualmente este tipo de servicios en su cadena de supermercados canadiense a través de la firma Axess Law. Otro ejemplo lo tenemos en la cadena extendida por toda Inglaterra The co-operative. En España, desde hace algún tiempo centros de distribución como El Corte Inglés proporcionan a los titulares de sus tarjetas –personas físicas- asesoramiento y elaboración de su declaración de la Renta. El mercado español aún no puede compararse al de Canadá o Inglaterra, pero la iniciativa de la cadena del triangulito verde confirma la capacidad real que tienen los centros comerciales de vender estos servicios –por sí mismos o a través de algún despacho- y es un primer conato de la evolución que podríamos observar en los próximos años.

Las cadenas de supermercados son en realidad enormes centros de distribución que cuentan con una legión de potenciales clientes dispuestos a comprar productos y servicios de una calidad razonable, avalada por la marca de la cadena, a un precio más bajo que la competencia. La capacidad de alcanzar a miles de consumidores permite bajar los precios al tiempo que los centros obtienen rentabilidades aceptables, resultados que todos persiguen y que convierte en atractiva la prestación de servicios jurídicos por medio de un canal tan insólito para nosotros como el de los supermercados.

La innovación en el canal de distribución no se centra exclusivamente en los supermercados. Internet se ha consolidado como un canal de prestación de algunos servicios jurídicos que redundan en una disminución del precio. Pero la tecnología no solo está transformando el canal de prestación, tradicionalmente encarnado en los despachos, sino que fomenta la creación de nuevos modelos de negocio de prestación de servicios jurídicos, como por ejemplo el modelo de precio reducido conocido como low cost, expresión desafortunada que es a menudo objeto injustificado de vilipendio.

Ejemplos de estos nuevos modelos en los que la tecnología provoca cambios disruptivos en el sector inferior de la pirámide de consumidores para luego ir escalando peldaños y conquistar niveles superiores, son AxiomLaw y RiverviewLaw (a esta última le dedicamos el último post y otras entradas) cuyos inicios fueron ya en eslabones intermedios, y también la empresa española Legálitas.