La comunicación es una moneda de doble cara: lo que decimos, por una parte, y lo que se percibe, por otra. La primera está bajo nuestro control. No ocurre lo mismo con la segunda.

Y esta dualidad, estas dos caras de la misma moneda, vendría a ser la diferencia esencial entre marca personal y reputación. Construir una marca personal se hace desde dentro hacia fuera. ¿Qué proyecto al mundo? La reputación es el camino inverso. Del mundo hacia mí. ¿Qué dice el mundo de mí? Por ello, no puedo estar de acuerdo con esa definición tan atractiva y tantas veces repetida de Jeff Bezos, CEO de Amazon, de que “la marca personal es lo que dicen de tí cuando no estás”. Esto es reputación.

Tu marca personal la construyes tú. Tú controlas la imagen que quieres ofrecer y que quieres proyectar, ayudándote especialmente de las redes sociales. Así es como vas construyendo tu relato. Con quién te has reunido esta mañana, qué proyecto acabas de emprender, dónde acabas de presentar tu producto con un éxito arrollador, qué celebrity se ha convertido en usuari@ de tu nuevo lanzamiento. Y así, el público, tus competidores, tus empleados, tus amigos, y tus enemigos también, se van haciendo una idea de ti, de tu filosofía, de tu negocio, de tu ética, de tu éxito, de tus productos. DE TODO!

Tú diriges y controlas la imagen que quieres proyectar. ¿Eres todo coherencia y solidez? Probablemente quieras mostrar en todos tus perfiles sociales el mismo tipo de información y mensaje. ¿Quizás prefieres mostrar que eres una persona multifacética? Pues serás de los que muestran su lado más provocador en Twitter, su perfil más solidario y familiar en Facebook y su personalidad más gourmet o sus habilidades en diseño en Instagram. ¿Te has fijado cuántas cuentas culinarias hay en Instagram? Empezando por mis hijas mayores , que tienen cada una la suya, @hungrycarlpillar y @food.lovaaaa, la gente joven suele desplegar sus distintas aficiones y habilidades en sendos perfiles sociales.

Pero la marca personal no sólo tiene su dimensión virtual. Los seres humanos tenemos una indiscutible dimensión 1.0, nuestra imagen de carne y hueso. Y nuestra imagen personal también comunica quiénes somos, cuáles son nuestros valores, cuál es nuestro rol en la vida, hacia dónde nos dirigimos. Debemos tener sumo cuidado con que nuestra imagen offline y nuestra imagen online proyecten el mismo mensaje. Ser, y mostrarse, polifacético no es contradictorio ni incoherente. Mentir sí lo es. Y no hay saboteador más cruel para nuestra marca personal y para nuestra reputación que la incoherencia entre quienes somos y quienes decimos ser. Quizás te interese leer este artículo sobre "4 pasos para construir una marca personal sólida" para aprender más sobre este tema.

Recuerda, Marca personal y reputación son dos caras de la misma moneda. La marca personal es lo que proyectas al mundo de ti. La reputación, es cómo el mundo te percibe. Por lo tanto, cuida muy bien qué dices de ti, y trata de que siempre haya coherencia en quién dices ser y quien eres en realidad. Te va en ello tu reputación.